Alimentando a nuestros olivos

Estamos en febrero, y es hora de planificar el abonado de nuestros olivos, para que no nos pille con el paso cambiado, un aspecto fundamental para ayudarles a que su cosecha sea acorde a su edad y marco de plantación en este post os daremos unas pinceladas sobre los aspectos básicos para que nuestro olivar esté bien nutrido y pueda dar lo mejor de sí.

En primer lugar, hay que pensar que la planificación del abonado, no cubre solo las necesidades del presente ciclo de cultivo, sino que estamos sentando las bases de la producción que tendrá el próximo ciclo, por esto hay que abonar correctamente todos los años.

Para conseguir que los olivos, produzcan de forma óptima.

SI CUMPLIMOS CON LOS 3 FACTORES, LA VECERÍA VA DESAPARECIENDO

Lo importante es cubrir las necesidades del olivo para el crecimiento vegetativo, desarrollo radicular, floración y cosecha.

Las proporciones adecuadas genéricas de cada macro nutriente son:

  • 15-20% de Nitrógeno
  • 4-5% de Fósforo
  • 20-25% de Potasio

Y recordar también que, para el buen funcionamiento de nuestro olivar, es necesario un suelo con materia orgánica: una cubierta vegetal, aporte de enmiendas orgánicas y laboreo son fundamentales para aportar un medio adecuado para el desarrollo del olivo.

Existen diferentes tipos de abonos y distintas formas de aplicación: fertirrigación, abonado químico, abonado orgánico, etc. También compostar nuestro alperujo con otros residuos orgánicos de actividades agrarias colindantes (estiércol, hojas…) controlando la temperatura, su relación carbono/nitrógeno, humidificándolo si es necesario y volteándolo hasta obtener un compost adecuado. Al aplicarlo en el olivar cerramos el ciclo y hacemos más sostenible nuestra actividad.

El reglamento de producción integrada, además nos marca unos máximos de 17 kg de Nitrógeno/Ha para olivar tradicional y 100 kg/Ha para sistemas intensivos (más de 100 árboles/Ha), y en cada Comunidad autónoma puede haber variaciones de éste macro-nutriente como de potasio y fósforo, pro lo que a partir del contenido NPK del abono que apliquemos, tendremos que calcular el aporte de cada uno, para comprobar que cumplimos.En las zonas vulnerables por posible nitrificación de acuíferos, no se puede abonar hasta primavera.
Pero el abonado no se acaba aquí, si los análisis de hojas marcan carencias, complementaremos durante todo el ciclo de cultivo con aplicaciones foliares si es preciso.

UN BUEN ABONADO, ASEGURA LA COSECHA DEL FUTURO

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.